Yo me comí tu queso, pardillo

He de reconocer que cada vez que entro en las papelerías/librerías de los aeropuertos me encuentro con algo que me tiene entre fascinado y preocupado: el ingente número de libros de pseudopsicología destinados a empresarios y ejecutivos de diferente pelaje. Aún recuerdo aquel best-seller del psicólogo Spencer Johnson titulado ¿Quién se ha llevado mi queso? que muchos empresarios escogieron como regalo institucional.

He de decir que tuve la oportunidad de leerlo. No exige mucho: se puede hacer perfectamente mientras estás en el baño. Lo empecé y a las 10 páginas ya echaba de menos el mundano cinismo de los Payasos de la Tele. Infantiloide, trivial, inane, insípido y lo que es peor, esencialmente equivocado en su postura de salida: en la vida hay cambios y hay que estar preparados para ello. Lo que se esconde tras esta tonta idea es que, además, los cambios son buenos. Pues no. Ni eso, ni tampoco todos los cambios son una oportunidad. Las frases rimbombantes que aparentan ser un proverbio milenario suelen tener la misma profundidad intelectual que un charco.

En esencia todos esos libritos destinados al mundo empresarial abundan en el tema del liderazgo, la motivación y preparar al ejecutivo del siglo XXI. Hay que hablar de integridad, misticismo, espiritualidad… “El trabajo puede proporcionar la oportunidad de crecer, no sólo económicamente, sino también espiritual y personalmente”, dicen los autores (¡PhD nada menos!) de La nueva mística empresarial. Yo, personalmente, me quedo con estas otras recomendaciones: la primera virtud es la humildad; debes esforzarte por ser amable como un padre bondadoso, por ser exquisito y agradable en el trato; hay que evitar todo lo que sea vulgar; portarse con nobleza es una gran virtud.

No las he extraído de ningún libro de autoayuda para ejecutivos: son las recomendaciones de San Benito de Nursia a sus monjes. Su Santa Regla contiene esta recomendación en su Capítulo III: “[El abad] oiga el consejo de los hermanos, reflexione consigo mismo, y haga lo que juzgue más útil. La decisión depende del parecer del abad… así corresponde que éste disponga todo con probidad y justicia”. Los creadores de best sellers empresariales no hacen otra cosa que regurgitar de manera mediocre el ora et labora de este sacerdote del siglo VI, entre otros. Es más, apostaría que ni conocen de su existencia… ¡y se creerán originales!

Todos esos libros apuntan a dar recetas para ser un triunfador. ¿Qué quiere decir eso? ¿Es un triunfador quien decide dedicarse a cultivar únicamente lo que necesita para vivir? ¿Lo es el reponedor de unos grandes almacenes, que no aspira a nada más en el trabajo porque su felicidad se encuentra observando el cielo con su telescopio? La diferencia esencial entre la Regla de San Benito y el queso de Johnson es que el segundo tiene una agenda oculta que no tiene el primero. El ejecutivo no busca que sus trabajadores sean mejores personas o vivan unas vidas más felices; quieren que sus empleados produzcan más, trabajen con ganas para la empresa y así ganar más dinero. Que se sientan felices por hacer fotocopias, apretar tornillos o llevar las cuentas… por el menor sueldo posible.

Trabajar es la variante civilizada del “ir a buscar comida” de los cazadores-recolectores. La felicidad, el crecimiento personal y todas esas zarandajas se consiguen en la intimidad de tu casa, al regresar al poblado con una buena pieza, con el ora de San Benito. Miedo me da pensar que realmente haya empresarios que se tomen en serio semejantes chorrimemeces psicológicas. Aunque eso explicaría muchas cosas.

(Publicado en Muy Interesante)

16 Comentarios Agrega el tuyo

  1. ya ves dice:

    bondad?nobleza?trato agradable?
    como todo el mundo, con quien quieres y cuando quieres
    predicar es gratis. cumplir con la palabra un sacrificio para muchos

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  2. pinucset dice:

    No sé como lo ves tú, pero a mi me parece perfecto que alguien busque su felicidad a través de su trabajo. O es que no ha escogido esta persona dedicar 8 horas al día de su vida en ello?

    No te puedo dar la opinión como trabajador, pero te aseguro que no me importa meter las horas que le meto a la carrera porque es lo que me gusta hacer. Supongo que lo mismo pasa con el trabajo si verdaderamente disfrutas con él.

    Sin embargo esto no quita que estos libros me parezcan de lo más cutre que hay. Vendrían a ser el sustituto más cutre posible de lo que debería cumplir la filosofía, pero ya se sabe, esta pide un cierto esfuerzo intelectual.

    Saludos!

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  3. Jorge dice:

    Gran entrada como siempre 🙂 me encanta el blog pero no comparto, en este caso, el último párrafo.

    Sí creo que la felicidad puede estar en el trabajo, al menos una buena parte de ella. Sin ir más lejos, gran parte de nuestra vida la pasamos en él.

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  4. roberasturias dice:

    Comparto lo expuesto en el artículo.

    ¿Acaso alguien cree realmente que un trabajo basura con un sueldo mileurista puede ser el camino a la felicidad? Por favor, dejemos de engañarnos a nosotros mismos y valorémonos más como humanos.

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  5. Hereje dice:

    Lo que realmente da miedo es que esas chorrimemeces psicologicas son aceptadas como dogmas de fe por los empresarios y a los que alzan la voz en contra de ellas tachados de herejes.

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  6. Julio César dice:

    Miguel Ángel,

    Leí este entrada en la revista MUY de este mes y no aparecía el último párrafo … ¿se cayó de la edición por «políticamente incorrecto» o lo has añadido posteriormente?.

    Un abrazo.

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  7. ya ves dice:

    sea como sea, aunque el trabajo nos haga mejores día a día, no se consigue nada importante en la vida sin las personas que nos quieren y a las que queremos.

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  8. kikye dice:

    La felicidad se encuentra en lo que se logra personalmente.. No cro que nos haga falta tanto libro de atoayuda que tan de mod éstan ahora. Tampoco quiero que se interprete que no deseo la orientacion sana en todos los ámbitos.
    he leído varios libros de este tipo, incluido el que se cita, y la verdad no dicen nada que no sepas. ¿Que nos lo recuerdan? Pues quizás si. Pero de ahí a que sean tan practicos y que aporten las soluciones a los problemas de nuestra situación interior o de confianza en sí mismo , están lejs de conseguirlos.
    todos heos nacido con un sentido lo suficientemente lógico, como para saber andar por la vida y cuidarnos y prevenir los malos emvites que nos suceden y tambien como soportar los problemas. Sino que se lo digan a muchos ananfabetos que han salido adelnte en la vida con solo su propío instinto e inteligencía.

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  9. DC dice:

    Los que encuentran su camino son los autores y editores de estos libros….se forran los tíos!, yo me compré hace años el inane libro del queso, menuda pérdida de tiempo y de dinero.

    Toatalmente de acuerdo con MA.

    saludos

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  10. masabadell dice:

    Julio César, el párrafo se cayó por falta de espacio. Mejor, porque me pasé de extensión.

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  11. Fernando dice:

    Yo solo aprovecho para saludarte al encontrate por la web , yo entre a la mili y tu la dejabas espero le dieras candela al Bogdanich

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  12. Javio dice:

    Esperamos encontrar en un texto divulgativo ciencia? ciencia económico-empresarial, filosófica o psicológica… humanista… ciencia por haberla, puede haber, ahora… ¡pedirle peras al olmo!, pues como que no. Este libro, igual que otros muchos para los «empresarios»,-¿crees que se lo lee algún empresario?- no suelen aportar ninguna novedad. Otra cosa es que pases un rato agradable o no… ahora, suelen estar «inspirados» o mejor dicho reforzados -almenos los que han caído en mis manos- en una «fuerte» teoría o teorías de administración de empresas o económico-empresariales que hay detrás. Las cuales supongo desconoces o no, lo mismo da, pero que son las que han permitido el incremento del crecimiento económico en los últimos años en los países occidentales. Y este crecimiento considerado «bueno» por algunos y «malo» por otros tantos, ha sido el que ha provocado el escenario actual. Con miles de aspectos positivos (financiar todos los proyectos de investigación científicos… y mil más) y miles de aspectos negativos (Calentamiento Global, diferencia entre occidente y el tercer mundo… y mil más). ¿Ha llegado la hora de hacer balance?
    En serio crees que tu abad es capaz de financiar los costes de una investigación a medio-largo plazo? ah, si, ¡se invirtieron muchos yelmos en ciencia!

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  13. Fiona dice:

    Solo saludar con mucho cariño y decir que yo tambien leí el famoso librito. Quiero comentarle a MA. que me encantan las palabras «zarandajas» y «chorrimemeces» y me hacen gracia para agregarlas a mi vocabulario.

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  14. Eguzko dice:

    Moraleja o resumiendo:

    – Estos libros no dicen nada nuevo. Son cosas que todo el mundo sabe o deberia saber.

    – Comparto la opinion del Autor. Un trabajo es ganarse un modo de vivir. Todo, aparte de el, es vivir tu vida.
    Por mucho que trabajes en algo que te gusta, al fin y al cabo lo haces de forma obligada y con unas reglas.
    Por mucho que te guste algo no siempre quieres hacerlo, o necesitas o quieres hacer otras cosas. El trabajo quieras o no, lo tienes que hacer.
    Te puede encantar hacer tartas en tu tiempo libre, porque las tienes que hacer como, cuando, donde algo o alguien te lo diga?
    Te puede encantar leer, pero no creo que sea agradable hacerlo por obligacion 40 horas a la semana.
    El problema del trabajo es la libertad que te roba, ya sea para hacer otras cosas, ya sea para hacerlas como tu quieres. Creo que nadie deberia ser absolutamente feliz, sin sentirse libre completamente.

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  15. Ayla dice:

    Valeeeeeee, vengaaaaaaaa, yo tambien he leido ese libro. Y mil mas similares. Y en el ultimo curso de R.R.H.H. de mi empresa hasta lo nombraron.

    Pero la culpa no es mia, es de la papeleria de la estacion Delicias de Zaragoza. O de la de Madrid. O de la de tantas ciudades en las que por trabajo me dirijo. A ver si traen mejores libros…

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  16. sus dice:

    ka gente quiere un guru que le guie y piense por el.
    hay listos que se aprovechan. es duro la libertad.

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