¿Psicomagia o psicochorrada?

Permítanme que les presente lo más chikilicuatre de esas supuestas psicoterapias tan de moda que pueblan las estanterías de las librerías que intelectualmente tienen la profundidad de un charco: la psicomagia. Se trata de una técnica de mambo-jambo creada por Alejandro Jodorowsky, director de cine marginal y eminente tarotista por una razón muy poderosa: el tarot tiene 22 arcanos mayores y el pueblo de Tocopilla (Chile) donde nació está en el paralelo 22. Bueno, no exactamente, le sobra medio grado, o sea, que está unos 50 km más allá, pero no nos vamos a parar en semejantes futesas. Que ya lo dice Jodorowsky: «escucha a tu intuición más que a tu razón». Normal. Aprender a usar nuestra cabeza exige esfuerzo y método; hacer caso a la primera soplapollez que se nos ocurra es fácil.

El invento psicomágico es un pastiche de tarot, chamanismo, misticismo oriental y psicoanálisis barato, con lo que todo se reduce a la envidia del pene y deseos de acostarte con tu madre. Para que no le salgan competidores dice que hacerse psicomago es más complicado que ser doctor en física teórica. Necesitas no menos de siete años y antes has tenido que ser un maestro en todas las formas de arte, estudiar artes marciales y filosofía oriental, colocarte con todos los hongos alucinógenos disponibles, conocer el tarot, la alquimia y la cábala y, por supuesto, haber sido psicoanalizado. Vamos, que te llegará la hora de jubilarte antes de poder ejercer. Para asegurarse la exclusiva, el autor chileno dice que sólo él, su hijo y su mujer pueden llamarse psicomagos.

¿Cómo funciona la terapia? Primero te echan las cartas para descubrir las causas de tus problemas. Después te pregunta por tus familiares, hasta tu tatarabuelo, porque “toda enfermedad surge de un conflicto no resuelto con los ascendientes… existe una gran cantidad de influencias psíquicas heredadas a través de las generaciones”. Lo de tus antepasados es de nota. Debes proporcionar toda la información posible sobre ellos, pero si no la tienes no hay que preocuparse: basta con “meditar sobre las partes que faltan y dejar que la imaginación llene los espacios desconocidos”.

Al final, el cliente debe hacer “un acto psicomágico”. ¿Cómo es? Para caerse de culo. Si tienes problemas para acostarte con tu pareja, nada mejor que vestirte de monja y tirarte a tu chico sobre la tumba de tu abuelo; si tartamudeas debes pedirle a tu padre que con la mano derecha te agarre los huevecillos para infundirte su fuerza espiritual. Y si no te curas es que eres un tontolaba.

(Aparecido en Público)

5 Comentarios Agrega el tuyo

  1. Dani dice:

    Para mí que este es un cachondo…..vende los lobros y se ríe del que los compra (y peor aún) los lee.

    Gran blog, M.A.

    Saludos

    Me gusta

  2. Japa dice:

    Mi conocimiento de Jodorowsky se limita a su faceta como guinoista de historietas, con el gran Moebius y con Arno, en las series «El Incal» y «Alef Thau». En ambos casos lo que arrancó como una serie razonablemente interesante y bien dibujada degeneró en poco tiempo en un inacabable chorreo de misticismos que aburrió hasta a los dibujantes (no hay más que ver cómo fue cayendo a toda velocidad la calidad del dibujo a partir del tercer Incal para imaginarse los bostezos de Moebius). La serie de Arno acabó hace años en el container, cuando tras releerla con cierta distancia acabé concluyendo que era una tomadura de pelo. La del Incal aún está en mis estanterías porque Moebius, incluso desganado, es mucho Moebius, pero quién sabe si sobrevivirá a la próxima revisión.

    Con esas credenciales, cualquier cosa que saque el señor Alejandro me resbala. Con Las Enseñanzas de DOn Juan ya cubrí mi cupo de místicos de tercera.

    Me gusta

  3. cautivatrix dice:

    He leido su entretenida autobiografía.
    Es uno de estos hombres que han probado casi todo en la vida y se reinventan una y otra vez con su verborrea de eficiente charlatan, ha leido sobre religiones y psiconalisis y con toda su informacion se ha inventado este tratamientos de curandera tercermundista que son pintorescos y coloridos. ¿funcionan? Como con todo funcionan si uno cree en ello. Personalmente creo que no hay que poner tanto drama y esfuerzo sino más decisión sobre que determinado hecho o trato de nuestro carácter cambie. pero Jodorowski es un actor y le gusta contar historias.

    Me gusta

  4. Anto dice:

    En mi opinión, creo que a Jodorowski no le sienta demasiado bien la ayahuasca. El problema no es lo que el dice, si no la gente que lo cree sin dudar.

    Me gusta

  5. Hayt dice:

    Completamente de acuerdo… Soy profesor de instituto(Historia), comiquero de pro (tanto lector como dibujante)y realizo desde hace años un trabajo de investigación sobre la tradición hermética (lo cual incluye el ocultismo y esoterismo en sus varias facetas) desde una óptica crítica y científica. Mal coctail para un aspirante a «discípulo» del Chilenito Caradura.
    No me disgustó el Incal (reconozco que el final místico me empalagó), pero en la «Casta de los Metabarones» (que me pillé encuadernada en un solo volumen con comentarios y extras de Juan Gimenez y el Jodo) aún a pesar de las disertaciones simbólico-exegético-chorras de éste último, alentaba un tufillo a plagio de Dune que tiraba de espaldas. Luego me enteré de que el tipejo este había intentado llevarla antes que Lynch al cine, convirtiéndola en un circo de surrealismo barato y malo (Dalí y Orson Wells incluído) y le ví el plumero.
    La segunda en la frente fue el visionado de sus fabulosas películas. «Santa Sangre» me dejó ya picueto, pero es que le eché valor a «La Montaña Sagrada», y por poco me dejo las neuronas en la pantalla. ¡¡Qué desbarajuste de simbología mal digerida y epater le bourgeois!!
    En fin, que lo de la Psicomagia, o Psicoleñes no me pilla para nada de sorpresa. Con su pan se lo coma. Tengo una frase digna de mi querido Groucho Marx: «Yo no sería miembro de una secta de la que no fuese el jefe. Y hoy por hoy no tengo interés por fundar ninguna». A buen con pocas.

    Saludos.

    Me gusta

Deja un comentario