¿Ateos? No en mi nombre

Empiezo a estar cansado de quienes organizan procesiones de Semana Santa alternativas y manifestaciones “anti-papa”. Se autotitulan laicos y ateos pero en realidad son anticlericales: la Iglesia no les cae bien y tienen que decirlo a voz en grito.

El problema es que por culpa de ellos se acaba por confundir anticlericalismo con ateísmo. Un ateo no tiene por qué ser anticlerical, al igual que hay creyentes que sí lo son. Un ateo ve las procesiones como un ejemplo de folclore, como los rituales de las religiones africanas o los de la neorreligión Jedi. Sonará extraño, pero la diferencia entre la Jedi y la cristiana es una mera cuestión de tiempo. Con el paso de los siglos una secta se convierte en religión y se vuelve “respetable” en la sociedad de su época –véanse los Testigos de Jehová o los mormones-. Al final, termina sus días como mitología… por ausencia de fieles.

Una religión es una costumbre cultural adquirida socialmente, luego llevar hiyab a la escuela es lo mismo que ir de gótica. Si una puede, la otra también. Pero el problema no está ahí, sino en el valor gratuito que hemos dado a las creencias religiosas. Hemos permitido que nuestra sociedad apruebe un trato de favor a los movimientos religiosos frente a otros movimientos sociales y culturales. Así, el cristiano, musulmán o judío adquiere patente de corso para demandar unos privilegios injustificables.

Como demuestra la historia, las religiones son tolerantes cuando no pueden ser intolerantes. Por eso en los estados laicos o aconfesionales se sacan un as de la manga: exigir respeto máximo a sus creencias –y a un gran número de creyentes les resulta especialmente fácil sentirse ofendidos-. Pero creer que Yahvé concibiera a su hijo en una mortal tiene el mismo valor cultural que Zeus concibiendo a Hércules o los extraterrestres inseminando a humanas abducidas. Seguro que muchos se sentirán ofendidos por la comparación, pero es porque para ellos tal creencia es un hecho. Eso sí, solo por eso no pueden exigirme que lo trate como si realmente lo fuera. Para otros son igualmente importantes en su vida sus creencias nacionalistas, su devoción por el Barça o su afiliación a una ideología política. Celebrar en la Cibeles los triunfos del Madrid o que los jóvenes católicos alaben allí a su guía espiritual es expresión de dos devociones que tienen valor para quienes viven inmersos en ellas, no para el resto. Lo inaceptable es que por creer en un dios se exija un trato de favor social, moral o político –y no me refiero al concordato- que el resto no tiene. Es aquí donde tiene su guerra el laico, no en ir gritando como un energúmeno lo pedófilos que son algunos curas.

(Aparecido en Muy Interesante)

6 Comentarios Agrega el tuyo

  1. mdejager dice:

    Por supuesto, todos recordamos las Cruzadas de los Jedi, la Santa Inquisicion Jedi, los abusos sexuales de Jedi a menores, como los Jedi se inmiscuyen en la politica para dictar lo que esta bien y lo que esta mal, en la vida de todos, crean en la fuerza o no.

    Aun me acuerdo esa boda gay en la que llego un Jedi y dijo «este no es el ser con el que te quieres casar».

    Se parece tanto….

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  2. Frankie dice:

    Una religión es una costumbre cultural adquirida socialmente, luego llevar hiyab a la escuela es lo mismo que ir de gótica. Si una puede, la otra también…

    Este razonamiento no cuela en un post, por lo demás, razonable. La chica que viste de gótica lo hace porque la da la real gana -aciertos estéticos aparte- y la que lleva el hiyab lo que hace es doblegarse a una presión familiar y étnica tremenda, para nada comparable a la de la gótica. No todas las costumbres pueden valorarse igual, porque sería muy relativista, creo.

    Saludos.

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  3. ManaM dice:

    Soy ateo. punto. Es una decision personal basada en mi educacion cultural. Para mi es absolutamente irrelevante que me respeten o no, no me siento ofendido por los que me amenazan con el infierno eterno, solo me parto de risa. Y tambien soy anticlerical, no por ateo, sino por «instinto de justicia social», considero, como otros muchos que la iglesia catolica, seguramente todas la demas, son instituciones mafiosas y criminales…por eso tambien soy anticlerical. El jefe de la iglesia es el capo jefe, por eso si que me ofende que disfrute de beneficios (el y toda su cohorte) que no solo no merece, sino que hace aberrante pensar que los estados laicos consientan algo asi…asi nos va. Ateo no significa anticlerical, pero el sentido comun dicta que el anticlericalismo deberia ser un «instinto» universal.

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  4. Aitor dice:

    Pero tampoco se puede ir a extremos, prohibir el hiyab para todos es tanta presión y doblegamiento como el levarlo, mira que habrá quienes realmente quieran llevarlo y sientan incluso la necesidad de hacerlo, y haberlas, haylas y muchas, seria igual de injusto prohibirles a estas llevarlo, por tanto, prohibirlo no es la solucion. La solución solo puede estar dentro de la religión misma… y hayq ue ver que el islam original no imponia la hiyab, de hecho los pueblos tuareg y algunos otros no tienen esa costumbre. Supuestamente tengo entendido (me lo contó un árabe,de Libia por cierto, donde hasta hace unos dias llevar la hiyab era algo opcional, ahora tienen ley islámica asi que por narices, toma…) que el uso del velo se impuso cuando el imperioo otomano tomó control de los principales centros de la religión musulmana en la edad media, que antes no se usaba y las mujeres estaban menos restringidas (como las tuareg actuales).

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  5. penalle dice:

    Si uno dice hablar con un amigo imaginario, es un demente.
    Si muchos dicen hablar con un amigo imaginario, es una religión.

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