Libros ocultos

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“En 1975 en la Biblioteca Nacional de París se descubrieron unos pergaminos conocidos como Les Dossiers Secrets, en los que se identificaba a numerosos miembros del Priorato de Sión incluyendo Sir Isaac Newton, Botticelli, Victor Hugo, y Leonardo da Vinci.”

Éste es el primer ‘hecho’ que aparece como justificación del conocido best-seller de conspiraciones pseudohistóricas, El Código Da Vinci. Los Dossiers –que no son pergaminos sino textos escritos a máquina– se imbrican en una larga tradición de misteriosos documentos “malditos” que intentan convencernos de una historia oculta donde poderosas organizaciones tratan de impedir que la Verdad salga a la luz. De poco sirve que se demuestre que tales documentos sean claras falsificaciones. En este caso, las manos culpables y confesas fueron Pierre Plantard, un activista antijudío que reclamaba para sí el trono de Francia, y Philippe de Chérisey, un marqués venido a menos que se ganaba la vida como actor de televisión.Los documentos de la sociedad secreta El Priorato de Sión no tiene mayor rigor histórico que Fama Fraternitatis Rosae Crucis (1614), Confessio Fraternitatis (1615) o Boda Alquímica de Christian Rosenkreutz (1616), los libros que lanzaron al estrellato a la también misteriosa sociedad de los rosacruces.

Mejor dicho, bastante menos rigor, pues el Priorato, supuestamente fundado en 1099 en realidad hace su aparición en la historia en 1956 de la mano de esos dos curiosos vividores franceses, Plantard y Chérisey.La sociedad de los rosacruces tiene una historia parecida. Según la leyenda fue fundada en 1407 por el misterioso caballero alemán Christian Rosenkreutz después de pasarse un tiempo en Tierra Santa estudiando con desconocidos maestros de lo oculto.

Lo cierto es que los libros y la historia del caballero no fueron más que una broma del teólogo Johann Valentin Andreae, y los primeros ‘rosacruces’, de principios del XVII, un grupo de personas con ciertos aires de reforma moral y religiosa que favorecían el luteranismo en contra del catolicismo (nótese aquí su origen alemán).

Resulta llamativo los muchos puntos en común que poseen las sociedades secretas fundadas en textos ocultos: el protagonista viaja a un lugar lejano cuyos habitantes son, por tradición, hombres sabios (Egipto, Tíbet…). Allí estudia viejos pergaminos que revelan un conocimiento oculto y a su regreso funda una sociedad secreta dedicada a guardar ese conocimiento, cuya difusión sería perniciosa para la humanidad.

Esta es, en definitiva, la historia de uno de los libros malditos más famosos del ocultismo: Las Estancias de Dzyan, fundamento último de la monumental (6 volúmenes en su edición española) La Doctrina Secreta de la vieja y taimada ocultista Helena Petrovna Blavatsky. Texto infumable donde los haya, constituye una obra maestra del plagio de obras de corte hinduista y científico; abarca la creación del universo y del hombre y afirma que la humanidad procede de la Luna. Blatvasky fue la fundadora de la teosofía, un sincretismo de gnosticismo, budismo e hinduismo con el que convenció a personas tan ilustres como Alfred Russel Wallace, descubridor junto con Darwin de la evolución, y Thomas Alva Edison.

Las Estancias de Dzyan es un libro peculiar: es el primero de los 35 volúmenes que componen el conjunto Kiu-te, unos antiquísimos textos poco menos que portadores del conocimiento universal que los dioses habían revelado a unos pocos Iniciados, y sobre los cuales se habrían inspirado libros como el Génesis o los Vedas.

Escrito en un idioma oculto, el senzar, está guardado en la biblioteca de la Hermandad Blanca –un grupo de ancianos, Mahatmas o Adeptos, que viven en algún lugar perdido y olvidado del Tíbet–. Como viajar hasta allí no es sencillo, Blatvasky –una mujer oronda como pocas, cuyo plato preferido eran huevos flotando en mantequilla y que hacia el final de su vida tenían que subirla a los barcos con grúa– se inventó que había leído telepáticamente Las Estancias desde la comodidad de su camilla. Y por si todo esto no fuera poco, Blatvasky se comunicaba con los Mahatmas mediante notas que ellos dejaban caer desde no se sabe muy bien qué dimensión hasta su escritorio. Curiosamente, la caligrafía de esas “cartas” era sospechosamente idéntica a la de Blatvasky…

La Doctrina Secreta es un extenso comentario a ese libro cuyo nombre proviene, según cuenta ella misma, de la palabra sánscrita Dhyâna, meditación mística. En él dice que los humanos estamos divididos en razas con distinto nivel de evolución mística, donde los más evolucionados son los arios. De acuerdo con Blatvasky las distintas “razas” son reflejo de distintos estadios evolutivos, y ello explicaría la diferente capacidad intelectual de las poblaciones del planeta. A los europeos los identifica con la raza blanca o Aria. De nivel inferior son las tribus africanas, australianas y polinesias, así como los mongoles y los japoneses, mutaciones de las primeras subrazas atlantes –no podía faltar la Atlántida…–. Por contra, los judíos constituirían una raza artificial aria pero degenerada en espiritualidad. La extinción natural de las razas inferiores es, según Blavatsky, una «necesidad kármica». ¿A alguien le extraña que sus escritos fueran libros de cabecera de un joven llamado Adolf Hitler?

Teósofos, rosacruces, alquimia… El mayor exponente del mundo de lo oculto, quien unificó toda esta imaginería y marcó de manera indeleble la tradición ocultista occidental fue la Orden Hermética del Amanecer Dorado, la Golden Dawn, una sociedad mágica que floreció en la Gran Bretaña de finales del siglo XIX, una época especialmente fructífera para manuscritos y movimientos ocultistas -su nombre lo tomó de la nunca cumplida promesa rosacruciana de la llegada de un nuevo renacimiento espiritual-.

A ella pertenecieron escritores tan conocidos como Bram Stoker (Drácula) el poeta Butler Yeats (Nobel de Literatura), Bulwer Lytton (Los últimos días de Pompeya), el novelista de terror gótico Arthur Machen y el prolífico autor teatral Bernard Shaw. El atractivo de los ritos iniciáticos, sobre todo si estaban basados en el Antiguo Egipto, era tal que hasta eran capaces de creerse lo increíble. Por ejemplo, entre sus documentos podemos descubrir una frase escrita en un “misterioso” lenguaje, el enoquiano, supuestamente revelado por ángeles llamados los Superiores Desconocidos. Correctamente pronunciada permite volverse invisible: GOHO IAD BALT, IANSH CALZ VON PHO, Z-OL ROR I YA NAZPS.

Esta sociedad basaba toda su existencia en el absoluto secretismo de sus ritos mágicos. Treinta años después de su disolución en 1903 Israel Regardie, que fue secretario del mayor mago negro de la historia moderna, Aleister Crowley –motor de la destrucción de la Orden–, rompió su voto de silencio y publicó todos los documentos secretos en The Magical System of the Golden Dawn. Con ello hizo que multitud de sociedades mágicas secretas o cuasisecretas posteriores adoptaran sus rituales, fina e inteligentemente desarrollados.

La sociedad había sido fundada por tres masones: William W. Wescott, William Woodman y Samuel Liddel, nombre al que después añadió “MacGregor” Mathers y así es conocido desde entonces. Masón, rosacruz, vegetariano, anti-viviseccionista y defensor de los derechos de las mujeres, está ligado al misterioso manuscrito cifrado que suele llevar su nombre, el Manuscrito Mathers. Consiste en cerca de 60 páginas escritas con tinta marrón en lo que parece ser papel antiguo, y codificado con una cifra que el abate Tritemio (1462-1516) describía en su libro Polygraphiae.

De él es misterioso hasta su origen. Las primeras historias cuentan que hace su aparición en 1887 en las manos de Wescott gracias a un oscuro reverendo de nombre A. F. A. Woodford. En él se incluían un gran número de rituales que Mathers, por petición de Wescott, convirtió en ceremonias de iniciación para la Orden. De este modo se convirtió en el teórico más importante de la Golden Dawn y, por ende, del ocultismo occidental.

Sin embargo las cosas no están claras. Unos apuntan a que fue el propio Westcott quien lo escribió; otros, al escritor y ocultista Bulwer-Lytton; y algunos a una logia masónica de Frankfurt, “Loge zur aufgehenden Morgenrothe” (debemos recordar que la mayoría de los ocultistas de la época eran masones). La verdad es que Wescott había aprendido de la masonería la noción de organización a través de la jerarquía y la necesidad de proveer a toda sociedad secreta de una historia escrita que le diera un argumento legítimo de subsistencia. A falta de ella, lo mejor es inventarla, como aquellos masones que se retrotraen al antiguo Egipto. Y eso hizo.

Mientras los misteriosos manuscritos cifrados parecen ser genuinos –esto es, escritos por algún ocultista de finales del siglo XIX–, lo que levanta sospechas es una misteriosa carta que aparece insertada en ellos. La autora es una extraña mujer, Anna Sprengel, autotitulada Soros Sapiens Dominatibur Astris, esto es, ‘la persona sabia será gobernada por las estrellas’. Wescott afirmó que esta Fraulein era una Adepta de un orden ocultista llamada “Die Goldene Dammerung” o Amanecer Dorado y que estaba autorizado a usar su firma para crear la sección londinense de la Orden.

Fue un golpe maestro: una mujer de alto rango de una enigmática orden de inspiración rosacruz dando su permiso para abrir una sucursal en el extranjero. Su querida Sprengel era una voz autorizada –Alemania era la patria de los rosacruces– e inalcanzable: cuando dejó de servirle, la pobre mujer tuvo el detalle de morirse. De este modo se puso en marcha la que sería la sociedad ocultista europea más importante de todos los tiempos, una ingeniosa interpretación moderna de las fórmulas rosacrucianas a la que se añadió, cómo no, el conocimiento del antiguo Egipto –oportunamente adaptado– que iban descubriendo arqueólogos e historiadores.

No obstante, jugar a secretismos no es esencialmente dañino. Sí lo es cuando la vida de las personas corre peligro. Así, si tuviéramos que señalar el libro más dañino de la historia no habría la menor duda: el infame Malleus Maleficarum o Martillo de Brujas, el texto clásico de referencia de la caza de brujas, tanto para católicos como protestantes, aunque condenado por la Inquisición y nunca oficialmente utilizado por la Iglesia Católica. Sus autores fueron dos inquisidores dominicos, Jacob Sprenger y Heinrich Krämer. Este volumen de más de 500 páginas conoció 29 ediciones y fue un éxito en Alemania, Francia e Italia –en España se consideró la obra de un loco y se despreció su edición–. Brujas voladoras, devoradoras de niños, embrujadoras de jueces, convocadoras de vientos, rayos y granizo… Origen y causa de todos los desastres. Lo que ya no está claro es cómo, con semejante poder, no pudieron escapar de la quema.

El verdadero autor del engendro fue Krämer (también conocido por la forma latinizada de su nombre, Institor) y usó el nombre de Sprenger, un conocido teólogo, para darle más empaque. Utilizó también la Bula de Inocencio VIII Summis desiderantes sobre brujería, donde les mencionaba, para aparentar que el libro contaba con autorización papal. No contento con ello, Krämer dio un paso más. Necesitaba un dictamen favorable de la Universidad de Colonia, pero sus teólogos no estaban por la labor. Así que con la ayuda del notario Arnold Kolich falsificó el acta de la Universidad –que publicó como apéndice– donde 7 profesores aprobaban sin reservas el contenido del libro.

Ahora bien, la falsificación de documentos ocultos más torpe está ligada al libro El Código Da Vinci y el supuesto misterio de Rennes-le-Château. Según cuenta el mito, el astuto párroco del pueblo, Berenguer Saunière, gastó dinero a espuertas para construirse su personal feudo gracias a que, aparentemente, había descubierto un “secreto” en unos pergaminos ocultos en un pilar visigodo hueco que había en la iglesia del pueblo –un pilar que ni está hueco ni es visigodo, sino realizado hacia 1890 e idéntico a otro que se encuentra en Carcasona-. Los pergaminos, tan queridos por quienes defienden el misterio y que nadie ha visto salvo copias, están escritos en clave y fueron falsificados por los dos promotores del engaño, Plantard y Chérisey, como ellos mismos confesaron en diversas ocasiones.

¿Qué contienen? Realmente poca cosa. En uno la codificación es muy tonta: se trata de escoger las letras que están resaltadas en el texto, y menciona al rey merovingio Dagoberto II –Plantard decía ser descendiente suyo– y al Priorato. El segundo, más críptico y algo más complicado de descifrar, dice: “Pastora ninguna tentación que Poussins [y] Teniers guardan la llave [o la clave] paz 681 por la cruz y este caballo de Dios yo destruyo este demonio guardián a mediodía manzanas azules”.

Los cazadores de misterios están de enhorabuena: el galimatías les permite toda clase de fantasías; desde afirmar que el linaje de los merovingios desciende de los hijos de la Magdalena y Jesús, quien, por cierto, está enterrado en el monte Cardou, cerca de Rennes, a que Julio Verne lo sabía todo y lo dejó escrito en su novela menor Clovis Dardentor. En él narra las peripecias del grupo de protagonistas por el África mediterránea. ¿Cómo lo sabemos? Evidente. Clovis evoca el nombre del rey merovingio Clovides y Dardentor es d’ardent or u oro ardiente (un tesoro, claro está). Clovis, para poder seguir su periplo, coge una “carreta de viaje” y el antiguo nombre de Rennes, Rheda, significa carreta de viaje. ¿No está claro que Verne debía conocer los secretos de Rennes-le-Château?

11 Comentarios Agrega el tuyo

  1. japa dice:

    En una de sus mejores novelas el escritor John Crowley se hace una pregunta doble: ¿Porqué la gente creía que los gitanos tenían poderes? ¿Porqué hay una pirámide en los billetes de dolar? y la respuesta era ña misma: por Egipto. Hasta el siglo XIX se mantenía la firme creencia de que los egipcios habían acumulado un inmenso tesoro de sabiduría oculta que estaba escondida tras sus impenetrables jeroglíficos. Dado que los gitanos decían venir de Egipto sin duda eran brujos, y los masones, buscando una antigüedad a la que poder agarrarse como prueba de su legitimidad se apoyaron en los textos «herméticos», una falsificación renacentista de supuestos escritos del mismísimo Hermes Trigesmisto (el tres veces grande), para luego a su vez explicar que Hermes nos legaba la sabiduría de los Atlantes, viva a través de él y de Salomón (lo raro es que no metieran a Aristóteles en el paquete, le debçian tener manía). Por eso adoptaron como uno de sus símbolos el de la pirámide, y por eso la pirámide estaba en el dolar, porque todavçia a principios de XIX se veía Egipto como un pozo inagotable de conocimientos secretos, sólo al alcance de los –inevitables– iniciados.

    Luego llegó Champollion e hizo hablar a las rocas, desvelando al mundo el secreto de los jeroglíficos y revelando que, después de todo, los egipcios eran unos señores bastante de andar por casa y que en sus escritos se consignaban cosas tan terrenales como la cosecha de cebollas o las protestas de unos funcionarios por no recibir su paga.

    Pero a los aficionados a la sabiduría oculta eso no les adreda. Después de todo siempre pueden aducir que su sabiduría les viene de los papiros destruidos en la Biblioteca de Alejandría y con eso queda a salvo el secreto legado de los egipcios (el que lo contenido en Alejandría fuera mayoritariamente obra de griegos, macedonios y otros pueblos helenizados no parece quitarles el sueño). Así pues, resignémonos: tenemos misterio atlante-egipcio-masón para rato, y un rato largo (vease la película «la Búsqueda» para ver el tipo de necedades con las que se alimenta actualmente al público ansioso de revelaciones en América, para contrarrestar la influencia perniciosa de códigos y códices, oponiendo al muy americano Benjamin Franklin contra el italiano Leonardo como gran autoridad maestra)

    Un último detalle. En la versión doblada de la magnífica serie «Roma», los protagonistas (en concreto Pompeyo, Voreno y Pulo) usaban el término «gitanos» para referirse a los egipcios. No había ahí oscuras indicaciones de saberes ocultos. No era otra cosa que un error de traducción bastante estúpido al confundir la palabra inglesa «Egyptian» (egipcio) con «Gypsy» (gitano) debido a su fonética, muy parecida. Y no es un parecido casual, ya que ambas palabras originariamente significaron lo mismo, del mismo modo que «gitano» es un derivado del término castellano antiguo «egitano», es decir, habitante de «Egito» (Egipto).

    Y así por un azar lingüístico, la pescadilla se muerde la cola

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  2. lola fuentes dice:

    El artículo es realmente magnífico, sí y por supuesto la intervención de Japa, pero lo que siempre me he preguntado es la necesidad del ser humano en «lo oculto», «lo misterioso», dónde no hay nada, incluso como se dice, informándoles de la mentira. ¿Se necesitan constantes interrogantes irracionales y si fuera así, ¿qué mecanismo psicólogico subyace para insistir en una búsqueda, pero en realidad, ¿qué se busca?

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  3. japa dice:

    Hay muchos motivos, pero a bote pronto se me ocurre que los pseudomisticismos te permiten llenar el propio vacío intelectual de una manera fácil? Después de todo la gran ventaja de las pseudociencias es que no requieren ningún esfuerzo, mientras que una buena preparación en Biología, historia, física, astronomía… necesita tiempo y perseverancia. Buscas respuestas al origen del hombre: puedes esforzarte por aprender lo suficiente de paleontología, evolución, antropología… como para poder aceptar o rechazar las teorías científicas al respecto en base a tu propio juicio, o puedes apuntarte a un blog en el que te explican que venimos de una raza de exploradores galácticos de Tau Ceti y que por un módico precio el lider de la orden de los Navegantes Cósmicos te garantiza un pasaje en el cometa Halley ¿Cuál de las dos opciones requiere menos esfuerzo? ¿Cuál te permite creer que desciendes de una raza superior de telépatas? ¿Cual te ofrece por un precio irrisorio libros con bnitos dibujos de ovnis y posters psicodélicos? La pereza intelectual, lola, es una fuerza (paradójicamente) muy poderosa.

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  4. QUIERO QUITAR DE MI PROBLEMA QUE TENGO PRONTO DENTRO DE 2 DIAS SI POSIBLE TENGO YNA PROBLEMA MUY SERIA DE MI TRABAJO O MATERIA PRIMA,QUIERO CAMBIAR LO PARA OTRO PRODUCTO SE PUEDE HACER YO LO QUIERO MI TEL.0034.605.347.132

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  5. QUIERO CAMBIAR ESTE MINERAL A OTRA COSA

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  6. JUAN SEBASTIAN dice:

    coool

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  7. j. rafael garcia balcazar dice:

    Es cierto, lo que se menciona, en el mundo del ocultismo, la mayoría está compuesto por charlatanes, sin embargo por experiencia personal, puedo asegura que si existe algo que se encuentra más allá de las ciencias positivas. Incluso en la historia se comentan de varios personajes que tenían ciertos dones, por ejemplo Simón el mago, al cual no se le ataca por serlo, sino por que anhelaba tener aún más poder del que tenía, y en ese tiempo los Apóstoles, recién evangelizados y envíados por el mismo Cristo, tenían un poder inmenso, por lo que él, en su soberbia quizo tener ese poder que era santo y provenía del mismo jesús y el Espíritu Santo (según la Sagrada Esacrituras del catolícismo) y les ofreció dinero para que se lo transmitieran, de ahí viene la palabra simonía que es hacer negocio con las cuestiones religiosas o de fe.
    el caso es uq SI TENÍA PODER, FUE SOBERBIO Y POR ESO FUE HUMILLADO, no niegan los escritos ese poder sino su manera de usarlo ( para su provecho, enriquecimiento y su fama), su afán de tener cada vez más poder fue la causa de su ruina, no, el tener ese poder.
    Hablamos de poder y nos podemos preguntar ¿ es poder político ?, la respuesta es ¡NO!, ¿ Es poder económico?, ¡Tampoco!, es poder de influencia social, reconocimiento, fama o de conocimiento?, ¡No lo es!, ¿Entonces qué es ese poder del que hablamos?
    Para empezar diré lo que no es : No es ganar dinero con el atisbo de conocimiento de lo oculto, que no entiende y se explica a la manera que más les conviene a los charlatanes para cobrar su supuesta sabiduría. Alguien que cobra por enseñar, es un charlatán. No se necesita cobrar, es más ni siquiera se debe recibir donaciones, si alguien quiere dar dinero por lo qu se está aprendiendo, el iniciado pide que anónimamente lo done a algún lugar donde se utilice para hacer algún bien.
    El iniciado es anónimo, no busca la fama ni ser conocido, a veces ni siquiera en su círculo íntimo. E iniciado no enseña, cada quien es su propio maestro cuando mucho aconseja y pide que su opinión sea una de tantas de las que se encuentran en el camino de la iniciación. El iniciado utiliza su fuerza sexual, si es de la luz ( bien), siendo casto, si es de la oscuridad, (mal), -desafortunadamente estos también adquieren capacidades extraordinarias- utiliza lo contrario, relaciones sexuales al por mayor, en solitario, en orgías, contar natura etc…
    El iniciado que sigue la luz, se le llama mago blanco, el que sigue la oscuridad, mago oscuro, ESO DE QUE PELEAN, COMO EN LAS PELICULAS FANTÁSTICAS ES PURA FANTASÍA ( Potter, El señor de los anillos Dnarnia, y otras), cada quien vive su vida y se respetan, saben que se destruirían, mejor tratande ganar adeptos a su causa de una forma velada y humilde el Blanco, ANUNCIANDOSE, HACIENDO ORGANIZACIONES SECRETAS, GANANDO DINERO, OBTENIENDO FAMA, ESCRIBIENDO TONTERÍAS DONDE SE MUESTRAN ELLOS MISMO COMO EL NON PLUS ULTRA DEL CONOCIMIENTO, HACIENDO DISQUE «TRABAJITOS ESPECIALES», ASESORANDO Y GUIANDO A RICOS Y PODEROSOS PARA OBTENER VENTAJAS MATERIALES Y OTRAS COSAS PARA SU BENEFICIO, NO DE LOS DEMÁS.
    Un verdadero iniciado, es pobre, sabio, anónimo, humilde, hace el bien sin que nadie lo sepa, solo él, utiliza todos los recursos aparte de mago, a los que considera secundarios, primeramente los medios espirituales :ORACION ( EN LUGAR DE FÓRMULAS) ASCÉSIS, ( EN LUGAR DE PLACER), SABIDURIA DE LO TRASCENDENTAL, ( EN LUGAR DE CONOCIMIENTO VANO), TODO LO HACE BAJO LA LUZ, EN EL DIA (NO A OSCURAS Y ESCONDIDO EN LA NOCHE), su poder lo beneficia más que a él… a sus semejantes.
    y OTRAS CARACTERISTICAS MAS.
    Voy a mencionar tres niveles de poder importante que existen en la tierra
    1.- el poder del sexo ( como lo expliqué antes), este es cultivado en la luz por sacerdotes, monjas, lamas, taoistas, santones y todos auquellos que realmente son castos, no aparentando serlo sino realmente cultivar esa castidad. Esta forma de adquirir poder puede ser consciente o inconscientemente, es decir no hay necesidad que una monjita desee tener poder. este se da aunque sea en forma inconsciente, y es fácil comprobarlo, visite un lugar donde haya monjes o monjas, o sacerdotes, platique con algunos de ellos, y verá que su poder se manifiiesta en forma avasalladora, a esas personas pidales que rueguen a su Dios por algún favor y comprobarán lo que menciono, su imagen casi es angelical, palidos pero no por hambre. sino por ser ascéticos y muchos de ellos cerca del misticismo, te ven a los ojos sin malicia, parece que adivinan lo que deseas o piensas, eso pasa tambien con cuaqluier clase de monjes (benedictinos, lamas, sufíes, taoistas, zen, brahmanes, etc.) poseen eso y y otras proyecciones más que no nenciono para no explayarme con demasía.
    Cualquiera que sea verdaderamente casto obtendrá ese poder, y si desea ser mago deberá hacer prácticas especiales y habrá pasado el primer nivel que se necesita
    para serlo.
    El segundo nivel…(continuará)

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  8. Bueno, al menos ahora ya sabemos el significado del término «logorrea»

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  9. jose dice:

    en absoluto no comparto la opinion que tienes de la doctrina secreta de blavatsky y lo unico que das cuenta aca es que solo tienes ideas contadas por terceros acerca de la doctrina secreta,con ese tipo de informacion no deberias atreverte siquiera pretender dar informacion fallida de este documento que es uno de los mas celebres de la filosofia mundial,te recomiendo que no escribas sobre un tema con la ignorancia que posees,

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  10. Creo que en este tema, como en todo lo demás, hay que buscar el «punto medio». Todas las escuelas mencionadas, Como la Golden Dawn por ejemplo, tienen su origen en la francamasoneria. Asi, pues, debemos buscar el origen de todas estas agrupaciones, o al menos la mayoria, en la Masoneria misma. Si bien comparto en esencia la postura del autor sobre la Hermandad Blanca, creo que esta noción hay que remontarla, por lo menos, a los escritos de Eckarthausen,quien vivió unos cuantos años antes que madame…Con respecto al Código Da vinci, es por todos conocido que toda su «base histórica» ha sido plagiada descaradamente del libro «El enigma Sagrado» de Baighent y Leigh. tampoco debe descorazonarnos tanto estas «pseudohistorias» fundacionales, si recordamos que todas las religiones historicas de todos los oueblos del mundo tiene sus «mitos fundacionales» o «historias de su origen» donde en forma alegórica narraban su propia concepción de los origenes del universo y de su pueblo, lo cual les daba su propia identidad y sentido de pertenencia. ¿Que mas le podriamos pedir entonces a la fama Fraternitatis, los Documentos Cifrados o la leyenda de Hiram Abiff, por ejemplo? Es esa búsqueda de significado, aquí llevado a lo metafísico, tan cara a un Frankl y que esta sociedad postmoderna encarna tan bien. Animo, buscadores, que el que busca la Luz, la ha de encontrar y quien golpea la Puerta del Templo, se le abrirá…

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  11. RODRIGO dice:

    que manera de mezclar las cosas reales con las fantasias, que manera tan brutal de desacreditar a los maestros..´propia de un ignorante, vaya, meterse con blavatski, solo un ignorante lo hace. y con los rosacruces, que estupidez, no te das cuenta que existe un legado, una tradicion, y tu piensas que es un invento, eres MENTE PRIMITIVA, solo porque razonas piensas que eres avanzado, SOLO RAZONAS, PERO NO PIENSAS.

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